jueves, 4 de mayo de 2017



                              ¿Quién gobierna los mares?

¿Qué ve la gente común cuando entra a un hospital? : policía gruñones, enfermos quejosos, médicos todopoderosos, enfermeras testarudas e insensibles; una farmacia con abusivos despachadores sindicalizados;
pesar, dolor, muerte: sobrevivientes; y quizá, una corrupción extendida
como metástasis en una institución que debiera prever y proveer salud.

¿Qué ve El Observador cuya Shakti (hálito vital o prana) está despierta): Unicidad; al Ser manifiesto como múltiple y diverso aparente, pero que esplende dichoso ante sus ojos. No ve dualidad ni conflicto, sino un todo armónico en acción.
Atestigua una puesta en escena llamada Vida kármica, finita, tridimensional?
Para el Observador lo observado no tiene nada que ver con el yo individual.
Es a causa de la falsa identificación con el Ego y la mente, que limitamos
nuestro entendimiento, pues en realidad NO SOMOS EL CUERPO.
En realidad el cuerpo no tiene que ver nada con nosotros; esto es tan distinto de nuestro condicionamiento mental que resulta extraño.
Alguien puede provenir de una muy buena cuna, ser de apariencia  muy
brillante y poseer todas las ventajas externas: belleza, dinero, un elevado
status social, pero todo eso se refiere al cuerpo.
Es necesario romper toda identificación con el cuerpo y dejar de devaluar
a la gente por su "baja extracción social y económica".
Muktananda dijo: "Toma conciencia de que no eres la mente, sino el testigo
de la mente; eres el observador, el espectador que está vigilando a la mente.
Conocimiento es solo otro nombre para el correcto entendimiento de la
mente".
La gente que no disciplina a su mente pierde el control de ésta y genera un torbellino de pensamientos difíciles de calmar, menos aún, de serenar.
La poderosa mente se vuelve en su contra y el daño puede ser irremediable,
incluso trágico.
La Meditación es perfecta para disciplinar a una mente parlanchina y desquiciada.

JC

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