sábado, 27 de mayo de 2017

La acción de perdonar se efectúa cuando existe una disculpa
sincera que sea resultado de una reflexión y fruto del 
arrepentimiento de haber causado un daño moral o físico.

El Perdón se otorga con humildad cuando la disculpa es un acto
de humildad.

La naturaleza humana es gobernada por el ego personal en su
totalidad salvo pocas excepciones: quienes procuran conocer el
ego y la naturaleza de éste (y por ende, ahondar en su alma.)

La disculpa se ofrece no se pide ni se arranca.
Imposible que exista la disculpa express ni el perdón express.
Perdonar como disculpar, requiere de elaborar un arduo proceso
interior; de ser consciente de daño infringido, consciente del daño 
sufrido.
No hay perdón sin arrepentimiento del otro, ni exculpa del agraviado
pues no existe la acción honesta de disculparse.
Afortunadamente se puede perdonar a distancia por salud propia.
El exculpado podrá sentir o no alivio si vibra en frecuencias elevadas.
 
Cuando una sociedad es lastimada por su gobierno: desapariciones
forzadas o asesinatos impunes: el reclamo social es NI PERDÓN
NI OLVIDO, que traducido al lenguaje llano significa reprobación
moral a los actos de quien debe proteger, como estructura de poder,
y salvaguarda la vida ciudadana; aso como un alto a la impunidad del mismo que daña sin ser enjuiciada y castigada de acuerdo a las leyes 
que rigen una constitución para todos.

Conclusión

La Moral del individuo requiere ser regida por principios sanos 
 aprendidos y con acciones ejercidas como toma de consciencia 
personal que emanen del SABER QUE SE DAÑA y sin omisiones.

En el plano de identidad colectiva (social), es una responsabilidad
cívica y moral, exigir justicia para beneficio de la colectividad.

JC

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