sábado, 13 de mayo de 2017


Nunca tomé clases de armónica; de joven, nadie impartía
clases, así que aprendí de los negros (discos long play de mi
abuela). Mis maestros: Little Walter "The boss", Júnior Wells,
Big Walter Horton,  Sonny Terry, Howliin' Wolf, Sonny boy, James
Cotton, Big Mama Thornton, John Mayal, Sonny boy Williamson,
y todo el se pusiera enfrente.
Recuerdo no haber soltado mi Blues harp (mi único y verdadero amor)
hasta no haberme fusilado desde Whammer Jammmer, de "Magic Dick",
"Juke" de Little Walter, "Room to move" de John Mayal, "Blussette de
Tools Thielmans y a Billy Branch, etcétera.
En la actualidad doy clases de armónica (amén de la insuficiencia respiratoria),
también mi querido amigo y maestro de armónica Victorio
Montes Silva, quien imparte sus excelentes clases en el Foro Cultural
José Martí.
Quien desee  aprender este instrumento (extensión de la voz), debe ser tenaz,
disciplinado, constante y desarrollar una memoria musical importante.
La armónica es un pequeño instrumento de dimensiones musicales
colosales; el instrumentista no ve (literalmente) el instrumento que toca.
Entonces debe desarrollar el oído musical que ya posee.
He tenido excelentes alumnos que han pasado al plano profesional; y
otros (los pocos) han sido desidiosos y claudican pronto.

Todos los domingos le arranco  una hora y media a mis padecimientos
para enseñar a ejecutar el instrumento al que le debo la vida.

JC

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