sábado, 30 de abril de 2016


                                             
Niños al fin, niños de la guerra,niños sicarios, niños heridos, niños acusados, niños abusados; del norte, del sur, del poniente, del oeste, del este: niños al fin. Niñas y niños: querubines ansiados por poderosos gobernantes ingobernables en su apetito. Los niños del mundo, las niñas del orbe: niños al fin. Conocí a un niño que era yo de niño, que cuando niño fui golpeado como niño. En el espejo veo a un niño desproporcionado, como si adulto, como si programado para odiar, como para asesinar. Porto un escudo, botas y un martillo y un chaleco anti balas: niños al fin. Me trago todo el poder que me cabe y aún así vomito niño. Soy un niño santo, soy un niño diablo, soy el niño rey en el poder y quiero todas las canicas:  las tuyas, sobre todo: niños al fin. Soy el niño en la silla ante tus ojos, el niño a la mano de tu codicia: soy el niño de la tele. Soy el niño con un balazo de goma en el ojo, tu ojo el ojo de todos los niños y niñas de la sierra a las ciudades, del vagón  a los pinos, a tu rascacielos. Soy el niño que mataste a fuego lento de guardería, soy el niño- hijo del Chapo que escupe dólares y metralla. Si un niño está preso, niños al fin, todos lo estamos.  

JC

jueves, 28 de abril de 2016

Poema.


El misterio tiene su propia narrativa, por eso se lo oculta

a los paganos:

"Cultivo flores, flores de neblina, lunas de hojalata, cableo

el firmamento, me enrredo en tu sexo hasta llorar.

El mar es rojo, viejo Jesucristo, besa mi mejilla, cura mis

heridas, que vaya en paz".

Amor, este mundo es rígido y predecible; los sueños no son más

imaginarios que este sueño vivido.

¿Cómo se metieron todas esa ciudades en nuestro sueño?

¿Cómo te metiste en mi sueño? ¿Cómo me metí yo en el tuyo?

Físicamente hacemos el amor; sutilmente,  el Misterio sucede.

Todo este universo físico es el sueño del alma dormida, lerda,

ignorante de su esplendor. Y sueña el universo como el sueño de común.

Pero el Universo  entero es su cuerpo entero.

                     El Blues que está aquí está allá

              El Blues que no está aquí no está en ningún lado.


JC










miércoles, 27 de abril de 2016

Poema.




Podemos entrar en un estado muy ligero, casi vertiginoso
de risa libre, divinamente inspirado; ir a un paso más profundo
similar al de un venado quebrando suavemente la hojarasca,
con una pisada de éter; sentir la dicha de la tierra palpitante,
viva. Soltar la mente y a su vástago el ego que desconfían
porque estamos demasiado eufóricos y gozosos.
Porque no hacemos una religión de la culpabilidad:
porque la conciencia personal se funde con el infinito.

JC

martes, 26 de abril de 2016

Poema.


Un blues en la mesa del vino y la pereza.

Un blues que levó anclas y navega aventurero

sobre mares de madera;

que sortea la angustiada taza

de café y el mohoso pan de la Última Cena.

Guitarra dobro de Louisiana

o guitarra verde de Paracho: amigo,

se nos fue la noche entre blueses

rancheros y bebedera.

Entonces nos animamos a dejar la pústula

de la tristeza,

 y

regresamos cada quien al núcleo

de nuestro Ser y existir

con esta vestimenta de golfos.

JC



lunes, 25 de abril de 2016

Poema.


En cualquier rincón puedes tocar Blues,

incluso en cualquier calle si juntas tres o

cuatro pajarracos desempleados, pero

dueños de almas poderosas y sensibles.

También en tu chante o en el de un amigo;

 sacudir las ventanas con profundidades

sonoras insensatas o con un íntimo enardecimiento,

comprimir el corazón hasta reventarlo

El Blues es una Nación abierta a cualquier

ciudadano; no requiere de visa ni permisos,

ni de pieles pigmentadas de colores.

Es cantado en inglés, chino, español,

francés, italiano, ruso, ¡qué se yo!

Nación sin muros resguardada;

puerta abierta a la migración de almas

 sensuales, amorosas, libres.

El Blues es el Estado de Consciencia

Humana más elevado: una caricia del Ser.

JC











sábado, 23 de abril de 2016

Poema.

Un Blues a Patricia:

Susurro un blues a tu oído

La noche envuelta en su

gabán de ciudad,

gime contigo.


Sueno en la armónica

esa voz que te moja,

que te desnuda y

deshoja.


Que empuja frente a mi

tus labios múltiples

para morderlos,

para besarlos todos.


Quien no goza el blues

no puede amar

apasionadamente

alunado.


Se perdería en las calles

perversamente trazadas

con crayones afligidos

por arquitectos juiciosos.

JC

















viernes, 22 de abril de 2016

Poema.

A mis hermanos y amigos
Los Compositores callejeros.



Parecías un pordiosero con las suelas raídas

de tanta calle.

Una tarde en crisis tensaba tu garganta

como llanto,

como nube de avispas taimadas:

 años de sol y asfalto en los bolsillos.

Tu voz, porque tenías una huella digital, un destino

 propio en tu voz;

tu voz era un trozo de terciopelo, un regalo divino.

Don silencioso como una enfermedad invisible

que no asoma hasta que avista la muerte.

Y cantabas, por unas monedas, sobre tu vida azarosa,

 y palpabas, a la vez, la oculta vida de los demás.

Así son los mendigos callejeros que calzan nubes;  así, tan

 humanos que asustan.

Sé de sus travesía en trenes por paisajes extraños,

sé de su prisa por, qué sé yo, quizá esfumarse entre flores;

de llevar las cantinas a las calles.

Reconocí la languidez de tu sombra como una larga y triste

lágrima.

JC




















miércoles, 20 de abril de 2016

Poema.



Diabólico y sagrado: un Dios de buró para beberlo,

para sorberlo y soñarlo.

El Satanás rubio, barbado; bien peinado para la foto

portátil.

A ese rezan las señoras que niegan el sexo a sus

maridos; que husmean la vida ajena, que se hincan

a  orar a media calle ante el temblor:

¡cuanta pasión erótica en ese acto, en ese gesto!

¡El amor a Dios es una gozosa perversión!

JC






martes, 19 de abril de 2016

Poema.




De niño buscaba detrás del televisor a las personas que ahí veía.

Me causaba ansia desconocer quién los había metido en esa caja

que había comprado mi padre;

quien alimentaba a los pobres  si eran tan pequeños.

Sufría con ellos cuando lloraban; reía con ellos cuando reían.

No hallé respuesta así que tomé un desarmador y la abrí,

no había nadie en ese mundo de cables polvorientos.

Entonces me convertí  en imagen, no encontré otro remedio.

Una tarde mi madre miró la pantalla aterrorizada: era yo que  iba y venía

entre comerciales.

JC








domingo, 17 de abril de 2016

Poema.


                              Primer amor

Las locas y las santiguadas son maravillosas en la cama.

He dormido con ellas entre rosarios y sedantes;

juntos rezamos y nos culpamos y nos perdonamos y

enloquecemos.

Más dónde aterrizar este poema si tu pubis y tus caderas

hoy me son lejanos. (portaba unas ojeras de 18 años).

¿Dónde quedará escrito un nuevo poema para ti que estuviste,

que fuiste, que partiste?

Un sentimiento de nostalgia toca  a mi puerta todas las noches.

El abandono entra con su escarcha y se me duerme en el pecho

como un zenzontle que no canta aunque llueva.

En este instante lanzo al aire los poemas que se llevará el viento

vía su destino de aire revuelto, de remolino, de recuerdos.

JC












sábado, 16 de abril de 2016

Poema.


Al poeta eléctrico que se refresca en la lluvia transparente

con un equilibrio de edificio; al que bajo la sombra le crecen

hongos milagrosos y semillas de la virgen:

la oxidada Fender de cuerdas imposibles le ofrenda un blues.

Blues guarro de antro donde el despecho se rebela en

el tic de morir con míseros cincuenta pesos en la cartera.

Otras muertes son más caras, no la del poeta que escribe

sonetos en los espejos de los sanitarios.

Ahí y en el asfalto donde las lágrimas de la ciudad caen por la

amada ausente, sucumbe el amor de todos los amantes solos.

Afina la guitarra en el tono visionario del poema: oscuros azules,

rojos turmalina y opalo de fuego; palabras que respiran cadenciosas

el silencio de la pausa.

Amigo 'bar fly', toca para nosotros esa misteriosa música Yoruba,

la del bosque sagrado de osun-osogbo que viaja por sus raíces.

El espíritu encarnado en dios negro por la metáfora oscura y su

pregón, nos fue dado con la presencia del poeta de las ciudades.

El anhelo por la tribu es universal y duele saberse encerrado, civilizado

de miedo a la desnudez.

JC


























martes, 12 de abril de 2016

Poema.

*

¡Quien se nombre poeta: con solo gritarlo!
Los pájaros nunca dejan de arrullarse
con la brisa de la llovizna.
El gobierno de la naturaleza respira sereno,
paciente;  pausa sus ciclos sin ayuda humana.
Nosotros morimos aterrados ante el huracán
y el sismo; a ser tragados para la digestión
de la tierra incandescente, agrietada.
Nosotros los hombre, inventamos el asesinato;
el crimen horrendo de vernos distintos, desiguales:
de diferenciarnos.

El poeta es un grave accidente de la naturaleza,
es
un error de la especie.

JC



viernes, 8 de abril de 2016

Poema.



Nací de un acto de tristeza, en el enorme minuto en que la tristeza  llovía

de noche.

No sabía gritar como los bebés de la primavera; verdes por dentro, hermosos

por fuera.

Un blues escupieron mis pulmones y entonces, mis padres suspiraron

aliviados.


Fui un pedazo de algo que navegaba en las corrientes del viento;

como un jirón de alma o cosa parecida.

Así crecí: en la soledad de sal que carcome la madera de los barcos,

 como el caracol sordo del mar.

Uno se va haciendo a la idea de morir de vejes en la infancia.

Ahogado en los segundos,

en el silencio que perpetúa la naturaleza sombría de las cosas;

entre muebles de silencio, paredes de silencio,

universos de silencio, y es él, el silencio mismo quien grita a viva voz y

se encima pesadamente en el tejido de los labios.

Difícil vivir así, derruido, deprimido como hoja de sauce llorón;

a expensas del viento rebelde y caprichoso.

A los 18 tuve una crisis de identidad: no sabía si era varón o perro; la euforia

y algarabía hicieron que me inclinara por ser un perro,

mas a escondidas era varón.

Por eso lamí el rostro a mi primer amor,  y a solas, fornicamos.

Por primera  vez acaricié y apasionado besé las manos de  una mujer:

que de día  eran orquídeas y de noche, dos vivas palomas.

Dado el dobles misterioso del tiempo, llegué por arte y maña,

a los 60 y aún no muero; aún pervivo bajo el roble del jardín:

no será sorpresivo el final,

pues 2 agujas prenden mis alas aún inquietas en un tablón.

JC








martes, 5 de abril de 2016

Poema.

 

La cafetera está vacía y el muerto yace solo.
Su alma que aún no sale de la casa, está atorada
en las paredes, en el techo.
Nadie vino a visitarlo, a mirar la mueca de la muerte
cincelada en su rostro; triste mirar esa cáscara inerme
sin amigos, sin familia, sin ruidero, sin pésames ni llanto.
Desgraciada soledad que se aloja en los huesos y les
chupa el brillo a los desnacidos, a los muertos antes
que uno.
Silenciosos quienes lo amaron, suben su cuerpo a la
azotea y lo arrojan al vacío: éste se va flotando lejos
libre.

JC

lunes, 4 de abril de 2016

Poema.


Hay risas cínicas que apuñalan los oídos y perforan los ojos, que derriban casas,

que destruyen países.

Son como el temporal (durante las guerras suele producirse una disminución

 de la natalidad); risas que espinan la espalda y la dejan sangrada; risas crueles,

jodidas, que secuestran y violan. Como la risa de burro de este hombre con su

banda presidencial torcida, de mente perversa, de violador violado: olor de rata

parda que porta la peste.

¿Quién le puso la corona de olivos a este Nerón? ¿Qué poder abyecto

televisó nuestro fracaso humano al discernir? ¿Cómo es que creímos que la

imagen no solo fue la imagen sino los argumentos de un tahúr experto en barajar

los ases frente a nuestros ojos y engañarnos de vuelta y otras mil veces de vuelta

Pero el señor no huele a pueblo, huele a loción cara, importada; huele a sicario,

huele a cocaína: a muerte.

Que viva en nuestra tierra,es un grave atentado a la patria; una deshonra, un

delito injustificable.

Risas como corifeo fúnebre en la cámara de diputados y senadores: animales sin

casta ni honor que se disputan entre si los huesos del pueblo pobre para chingarlo

mas y mas.

Pero mi risa rebelde y libertaria,  abrirá todas las prisiones; las casas de seguridad,

las celdas de tortura, las mazmorras y sellará los pozos de sangre.

¡La risa de todos los Nestoras, los Mireles, los 43 de Ayotzinapa, los Acteales, los

ABC, las muertas del Estado;  de Jalisco, de Ciudad Juárez, de Tlatlaya, de

Apatzingan, etcétera, etcétera etcétera, etcétera, etcétera, juntas en una carcajada

de fuego en los zócalos del país harán arder esta terrible podredumbre humana y

seremos justicia, seremos paz, seremos compasión por nuestros hermanos!

JC




sábado, 2 de abril de 2016

Poema.


Amate tan solo un ratito y nada más; sal a gritarle a las palomas, diles que

contienes mares de vida en las venas.

Quiere a esa sombra que te unta lodo en los párpados, que te hace ser grosero

con la noche cuando esta te ofrece collares de estrellas engarzadas.

No te digas inútil, no te odies por no entender el misterio que se reservan las

hormigas para soportar un chaparrón;

O no saber que la melancolía es un gotero escondido en los ojos,  que a veces

se presiona solo y nos bate en un escurridero de lágrimas.

Entiende que pudiste nacer árbol o silicio o cascada permanente, pero no fue así,

naciste animal humano con poderosos dientes, con una mente que sabe sumar los

cántaros de un río y las monedas.

Que desayuna a las diez leche y bizcochos, que acaso la jungla que enfrenta está

en las calles de la ciudad.

Que tienes manos para masturbarte cuando no tienes otra cosa que hacer sino

estar solo y masturbarte.

Tu alma es la nube que te sigue cuando vas en taxi  a la fuente de los deseos a

darte permiso de ser codicioso; de sentirte pobre y rico en dudas ante la

astucia del roble milenario.

Búscate aunque sea en la arenilla de las piedras, en el espejo del lago al que

concurres con tu novia; bésala y dile que no sabes quien eres, quien vive en tus

adentros.

Verás que ella te responderá lo mismo y te abrazará aliviada de no ser la única,

de no estar loca.

Es verdad que uno anda de baja estima en el transporte público, con ganas de

ser abrazado; tristeando en tonos grises como la tarde aplomada afanada en esa

ansia de volverse oscura.

JC













viernes, 1 de abril de 2016

Poema.


Esa pareja a lo lejos, esos dos abrazados nutriendose de  amor, dan envidia.
Cómo la pasión del beso infinito los yergue y los vitamina y los exime del dolor,
del penar para la batalla de la vida; eso también da envidia.
Ella se descalza y se sienta en el césped del parque a lo lejos; el prolonga el beso
mientras la acurruca en sus brazos de árbol ante la envidia de los ojos solitarios;
las almas solitarias, los cuerpos solitarios; ante los abandonados, los tristes expulsados del amor.
Porque ése territorio no es para todos ni cualquiera. Porque hay un algo de magia
en ellos. Porque, quizá, ambos cargan un puñado de méritos que los exenta de la
soledad. O porque debieron sufrir mucho en una guerra, o porque en otra
vida se traicionaron.
Allá a lo lejos, una mujer y un hombre, sanan con su amor, un mundo enfermo de
abandono, de orfandad: y eso da envidia.

JC