viernes, 19 de abril de 2019


Identidad.

No me definas por mi sexo, también
soy Unicornio, Sol, Luna de mediodía,
gota de inmensos mares; penumbra
y alba.
Ni por mi nombre me llames, podría
ser una x con frío, un copo de flama:
mis palabras, huesos del silencio.
Este mismo poema es femenino y es
masculino, Yin Yang: interacción de
energías. Sin embargo, tu ojo me inventaría
diverso, distinto,desigual: mas soy unidad en
lo múltiple.
Soy átomos de ti y la cama que te sueña;
el cristal que hacemos cuando juntamos
nuestras manos en el aire.
La horizontal pared vientre con vientre:
Deidades humanas amándose mil y una
noches.
Hermoso juego el de Narciso, pero ya ves
cómo terminó el pobre.

JC

lunes, 15 de abril de 2019

~
Veía una serie gringa (American crime) en la que una mujer blanca
se pregunta:- "De verdad soy racista"... el personaje era inconsciente
de su racismo acendrado. Esto me llevó a pensar en ¿Tenemos tan
introyectados  hábitos y costumbres que no somos conscientes?
En los 80 y tantos fui invitado a un programa de radio en el que debatirían
sobre el contenido de una de mis canciones: "Mujer Sucia".
Dos mujeres que se asumían feministas y la locutora iniciaron con una retahíla de juicios condenatorios en contra de la canción; una argumentaba que "La hacía sentirse humillada como mujer"; la segunda, argüía iracunda  que porqué  "blasfemaba" en contra de Dios.
Entonces recordé lo que Antonin Artaud escribió: “No Podemos vivir eternamente/ rodeados de muertos/ y de muerte./ Y si todavía quedan prejuicios/ Hay que destruirlos/ ‘el deber'/ digo bien// el deber / del escritor, del poeta, no es ir a encerrarse/ cobardemente en un texto, un libro, una/ revista de los que ya nunca más saldrá, sino/ al contrario, salir /para sacudir/ para atacar/ a la conciencia pública/ si no ¿para qué sirve?/ ¿Y para qué nació?”
Y ésa fue mi entrada a la discusión:  "no puedo hacerte sentir nada
si tu no lo permites; la ofensa surge del pre-juicio, "per se" y yo no
puedo evitarlo, dije asertivo". La mujer feminista elevó el tono de su voz y ya gritando me llamó Misógino, Machista y otras adjetivaciones.
La defensora absoluta de la fe se unió a la gritería aquella, mas permanecí sereno y con un profundo silencio budista.
El fallido intento de cargar de contenido ideológico una obra arística, además
de censurarlo, refleja una interesante proyección humana: "Lo que nos molesta subsiste en nuestro inconsciente"
Según la teoría psicoanalítica que postuló Carl Gustav Jung, la actividad psíquica se va a dividir en tres partes "consciente, preconsciente e inconsciente". La parte visible que un individuo puede utilizar , analizar y que hace que actúe de la forma en que él quiera la llamaremos consciente. El preconsciente son aquellos procesos psíquicos, eventos, operaciones y contenidos que escapan a la consciencia presente; también comunmente a este se le denomina como el famoso "sentido común". El inconsciente es el lugar donde el consciente no puede entrar, pero suele manifestarse por medio de los sueños; según Jung en el inconsciente está la parte instintiva del hombre, o sea está la intuición, el instinto sexual y vivencias que han pasado por tu vida.
No me considero feminista -los ismos  son reduccionismos para mi-; lucho, sí, por los derechos de mujeres y hombres a la par y estoy por la universalidad de la equidad en un Sistema Capitalista Salvaje que divide y vence desde la élite y que favorece la rivalidad entre géneros.
Al término del "debate", salí de las instalaciones de Rock 101
(del empresario y comunicador Luis Gerardo Salas), con el agradable sabor de haber defendido mi libertad de crear.

(Dos personas es como el contacto de dos sustancias químicas: si hay alguna reacción, ambas se transforman.)

JC

domingo, 14 de abril de 2019


Somos banda, somos La Banda y Mandamos.
En nosotros todo es pobreza, carencia, pero
son dignos nuestros anhelos:nuestros "haceres".
Amamos el Rock de tarde cuando no laboramos
en tiendas, en fábricas o en la clandestina forma
de hacernos de varo.

Somos la banda que concurre a los toquines
a bailar, a chemear, a confrontarnos con nuestros
antepasados que se reciclan en las venas.
Somos carne de cañón para los dueños del
sistema: podemos ser su destrucción, su sueño
amargo.

Somos banda; también fustigada rebeldía.
Estudiantes de escuela y callejeros de por vida.
Somos la mancha negra en las encuestas del hambre
y el desempleo. El dedo en la llaga de la política
económica: nosotros somos ese yerro, la falla en
la consciencia humana.

Somos "esos delincuentillos morenos que deberían pisar
la cárcel" como escupe el burgués desde la altura: lujo
inconmensurable de sus posesiones.
Somos Hijos de Dios y el diablo, somos antígeno tóxico
contra la ilusión de bonanza en el país del odio con sus
lluvias de odio, su racismo de odio, sus campañas de odio
pero, sobre todo por su miedo, su terrible miedo de saberse
fracasado.

JC

jueves, 11 de abril de 2019


Sabe: el cuerpo viste el herraje y el alma lo echa a andar.
Tras las órbitas de los ojos, observa quien te haz esmerado
en hallar.
El cemento que une tus arterias es tan fino que no lo ves.
Tanto edificio por todos lados ocultan el mar, y las flores
enceguecen en la sombra. Parvadas perdidas como una
metáfora vital para el poeta.
Calculemos en cuantas horas se derrumbará  este remedo
de maqueta.

JC

martes, 9 de abril de 2019

"No hay más que investigar, muerte de Vega Gil fue suicidio": Procuraduría de la CDMX
Por Notimex
6 de abril, 2019
Comparte



La procuradora capitalina Ernestina Godoy indicó que en el caso de la muerte del músico Armando Vega Gil no hay más qué investigar porque se trató de un suicidio, y manifestó su respeto absoluto al movimiento de denuncias en contra del acoso sexual conocido como MeToo.
“Está acreditado que fue efectivamente un suicidio. No tenemos mayor cosa qué investigar. Los peritos así lo determinaron”, dijo en rueda de prensa al ser cuestionada sobre si se investigará a quienes operan este tipo de sitios en México.
Armando Vega Gil, bajista de la banda Botellita de Jerez, se suicidó la madrugada del 1 de abril.
El hecho ocurrió después de que el músico fuera acusado por una joven de acoso sexual cuando tenía 13 años, en el contexto del movimiento #MeTooMúsicosMexicanos.
Leer: #MeTooEscritoresMexicanos: Mujeres denuncian acoso y violencia sexual en el ámbito literario
“Absoluto respeto a este movimiento”, indicó la titular de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, quien subrayó: “no queremos que ni haya abuso, ni acoso, ni nada”, pero tampoco “estamos presionado a las mujeres para que vengan a denunciar”.
La funcionaria señaló que si desean denunciar la Procuraduría capitalina está abierta, aunque si no lo hacen la información que se maneja en estas redes sirve para generar políticas púbicas y programas. “Respeto absoluto a esas páginas”.
"No hay más que investigar, muerte de Vega Gil fue suicidio": Procuraduría de la CDMX
Por Notimex
6 de abril, 2019




La procuradora capitalina Ernestina Godoy indicó que en el caso de la muerte del músico Armando Vega Gil no hay más qué investigar porque se trató de un suicidio, y manifestó su respeto absoluto al movimiento de denuncias en contra del acoso sexual conocido como MeToo.
“Está acreditado que fue efectivamente un suicidio. No tenemos mayor cosa qué investigar. Los peritos así lo determinaron”, dijo en rueda de prensa al ser cuestionada sobre si se investigará a quienes operan este tipo de sitios en México.
Armando Vega Gil, bajista de la banda Botellita de Jerez, se suicidó la madrugada del 1 de abril.
El hecho ocurrió después de que el músico fuera acusado por una joven de acoso sexual cuando tenía 13 años, en el contexto del movimiento #MeTooMúsicosMexicanos.
Leer: #MeTooEscritoresMexicanos: Mujeres denuncian acoso y violencia sexual en el ámbito literario
“Absoluto respeto a este movimiento”, indicó la titular de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, quien subrayó: “no queremos que ni haya abuso, ni acoso, ni nada”, pero tampoco “estamos presionado a las mujeres para que vengan a denunciar”.
La funcionaria señaló que si desean denunciar la Procuraduría capitalina está abierta, aunque si no lo hacen la información que se maneja en estas redes sirve para generar políticas púbicas y programas. “Respeto absoluto a esas páginas” [...]

¡Exigimos justicias no deslindes conforme a derecho!
¡Pedimos sentencias imparciales en la caso del  fallecimiento
del Músico Armando Vega Gil!
La procuradora de justicia Ernestina Godoy desestima el caso de
Homicidio Culposo e incumple con el estado de derecho por actuar
parcialmente y dejar impunes a las responsables del
Meetoomusicosmx al auto nombrarse "feminista" y convertirse en complice de un delito, ¿o su función es procurar justicia?
que trabaja con los impuestos de los mexicanos, o impartir justicia
 RT

SanjuanaMtz, @blanchepetrich, @Pajaro Politico@lydiacachosi

domingo, 7 de abril de 2019


Ayer en la noche, decidí dejar de escribir, y publicar
notas y videos que polaricen, aún más, los debates
sobre los feminismos en México y otros países.
Mi postura acerca del feminismo que lucha a favor
de la igualdad entre mujeres y hombre es clara y
contundente, así como mi repudio en contra de lo
feminicidios y el machismo que se han convertido
en una pandemia de carácter político, y  que el gobierno
del Presidente @Lopez Obrador, debe enfrentar con un
firme y eficaz ejercicio institucional.
Suscribo la carta publicada por grupo de rock, Botellita
de Jeréz, en todos sus puntos.


José Cruz Camargo Zurita
y Grupo Real de Catorce.

viernes, 5 de abril de 2019

"La naturaleza del feminismo es radicalizarse"

una feminista contra el feminismo

Ante un feminismo dulce e inofensivo que busca acomodarse para no molestar a nadie y en el que caben todas las mujeres por más reaccionarias y retrógradas que sean, la autora del manifiesto propone una postura más encabronada y combativa.

"La naturaleza del feminismo es radicalizarse"

Hoy es común encontrar camisetas, pins, estampitas y otros artículos de moda inscritos con frases feministas, la mayoría de ellas en inglés: The future is female, Femist as fuck, This is what a feminist looks like, We should all be feminists, Radical feminist.

Es justamente la idea de que para ser feminista basta expresarlo en una camiseta lo que llevó a Jessa Crispin, fundadora del blog literario BookSlut, a escribir un manifiesto contra el feminismo (Por qué no soy feminista: un manifiesto feminista (Lince, 2017)), o mejor dicho, contra este tipo particular de feminismo que se ha convertido en un bien de consumo y que parece no involucrar reflexión ni acción alguna. La sobreexposición en los medios de la palabra feminista, dice Crispin, ha causado el efecto contrario al deseado: en vez de radicalizarse y fortalecerse, el movimiento ha sido rebajado con un poco de leche y dos cucharadas azúcar para hacerlo digerible para todos. Ante este feminismo dulce e inofensivo que busca acomodarse para no molestar a nadie y en el que caben todas las mujeres por más reaccionarias y retrógradas que sean, Crispin propone una postura más encabronada y combativa: un feminismo radical que incomode y desde el cual se reconozca la capacidad femenina de oprimir a otros.
El problema es, en parte, la confusión entre las libertades y las luchas personales y las colectivas, ya que las estructuras de poder que caracterizan al capitalismo funcionan también gracias a las mujeres que luchan por conseguir la inclusión a un sistema basado en la explotación: “Una CEO puede alzarse orgullosa y proclamar su fe en el feminismo mientras sigue externalizando la producción de su empresa en fábricas donde mujeres y niños trabajan en condiciones de esclavitud, mientras sigue contaminando la atmósfera y las reservas de agua con desechos tóxicos, mientras sigue pagando a sus empleadas unos salarios escandalosamente

"A veces se nos olvida que las mujeres también somos el patriarcado."

Aunque el feminismo universal esté de moda, la labor de romper con las estructuras sociales establecidas como válidas, no lo está. Por eso, en una entrevista publicada en Jezebel, Crispin apunta que si bien cree en la filosofía y los principios del movimiento, no se considera feminista en el sentido que se la da hoy a una palabra que abre sus puertas de par en par con argumentos de empoderamiento que rayan en la autoayuda: la promesa de que ser feminista te hará más feliz, tener una vida sexual más satisfactoria, ser más exitosa profesionalmente. Esta noción es engañosa, escribe Crispin, porque da la sensación de que basta que una mujer se autodenomine feminista para que todas sus acciones, por más mezquinas, frívolas o conservadoras que sean, se conviertan en expresiones del movimiento. Como si éste fuera una estampita que hay que ponerse y no una verdadera decisión de vida que requiere una reflexión profunda y acciones concretas, muchas de ellas difíciles.
Otra parte del problema tiene que ver con lo que Crispin llama “la cultura de la indignación”, que nos lleva a concentrarnos excesivamente en llevar una lista detallada de cada injusticia y humillación de la que hemos sido víctimas, evitándonos el esfuerzo de pensar en cómo nosotras reproducimos la violencia. Por eso la autora llama a cuestionar la venganza como componente oficial de la política feminista, ya que perpetua este ciclo destructivo y nos distrae de lo importante: preguntarnos por qué se repiten ciertos patrones de comportamiento y cómo transformarlos para todos desde la colectividad, tomando en cuenta la desigualdad de clase y la discriminación racial.
El libro de Crispin ha recibido críticas puntuales: desconocer la gran cantidad de vertientes del feminismo actual, reproducir clichés que se utilizan para descalificar al feminismo y menospreciar las luchas individuales de aquellas que han sido víctimas de abuso sexual. Es natural que un libro que lanza acusaciones sin clemencia genere reacciones así, y en lo personal celebro cualquier conversación sobre feminismo que vaya más allá de la autocomplacencia y las porras de girl power generalizadas. Por supuesto, Crispin tiene más preguntas que respuestas. Si el feminismo en boga  en Occidente es demasiado blando, ¿cuáles son entonces los estándares necesarios para un feminismo de veras transformador? ¿Cómo nos desprendemos de los valores capitalistas para   empezar a construir un sistema alternativo, menos dependiente del empoderamiento sentimental al estilo Oprah? ¿Es de verdad posible, hoy, llevar una vida de privilegio que esté fuera del patriarcado?
Para nada de eso tengo una respuesta. Pero de algo estoy segura: el libro de Crispin es una prueba de cómo hablar de feminismo puede ser un gancho al hígado bien puesto. Pero sólo si se hace en serio.
En respuesta a
@MeTooActivista1
 y
@article19mex
Las acciones de ustedes son totalmente ilegales y atentan contra el honor de quienes difaman. Yo los demandaría por daño moral.incluso los que realmente sean penalmente responsables, pues quienes pueden perseguir los delitos son fiscalías y tienen prohibido revelar la identidad




jueves, 4 de abril de 2019

Entrevista a la antropóloga Rita Segato, una estudiosa de la violencia machista

“El problema de la violencia sexual es político, no moral”

Segato advirtió sobre los peligros de la “glamorización” de la violencia sexual en la pantalla y de la “despolitización de lo que está sucediendo”, en relación al impacto que generó el caso en la sociedad.

Por Mariana Carbajal

Imagen: Sebastián Joel Vargas

“La noticia de una agresión sexual se instala como un espectáculo en los medios y eso tiene que cambiar”, dice la antropóloga Rita Segato, una de las grandes intelectuales latinoamericanas, al analizar el tratamiento que tuvo en televisión la denuncia de violación de Thelma Fardin contra Juan Darthés. También llamó la atención sobre el riesgo de que se produzca un efecto imitación como ocurre con las noticias de suicidios, y sobre la necesidad de correr a la actriz del lugar de víctima. “No quiero solamente consolar a una víctima que llora. El punto es cómo educamos a la sociedad para entender el problema de la violencia sexual como un problema político y no moral”, señaló Segato. La autora de “La guerra contra las mujeres” (Madrid: Traficantes de Sueños, 2016), está además preocupada por lo que viene llamando “un feminismo del enemigo”. “El feminismo no puede y no debe construir a los hombres como sus enemigos ‘naturales’”, expresó. Y a su vez, cuestionó los “linchamientos” en redes sociales para denunciar violencias machistas entre pares, adolescentes. “Debemos preparar a nuestras y nuestros jóvenes para que puedan tramitar sus relaciones con su propia palabra y con sus propios gestos”, alentó. Y quiso dejar como mensaje una frase que le dijo un jefe de la policía de El Salvador, donde estuvo trabajando durante una gran parte de este año: “Que la mujer del futuro, no sea el hombre que estamos dejando atrás”.

Es una de las voces más lúcidas de la región a la hora de pensar la violencia machista en sus distintas formas y circunstancias. Su pensamiento es provocador. Empuja a la reflexión. Segato nació en Argentina y vivió también en Venezuela, Irlanda, Estados Unidos y Brasil. Tiene una extensa trayectoria académica. Este año, la Universidad de Brasilia le concedió el título de Profesora Emérita de la institución, y recibió tres Doctorados Honoris Causa de universidades argentinas. Es autora de numerosos libros, el último, “Contra-pedagogías de la Crueldad” (Buenos Aires: Prometeo, 2018).

Cuando empezó a trabajar primero con los presos condenados por violación en la penitenciaria de Brasilia, pensó que sería una situación excepcional y pronto abandonaría el tema. Cuando fue invitada, luego de publicar el libro “Las estructuras elementales de la violencia” (2003, Prometeo), para aplicar su modelo de la fratria masculina, del club de hombres, al caso de las mafias de Ciudad Juárez, pensó también que estaba ante un caso excepcional, raro, que rápidamente ese tema iba a desaparecer de la historia. Y siente una tremenda frustración porque no consigue abandonarlo. Este año, fue convocada por la Policía Nacional Civil de El Salvador, tal vez el país más violento del continente, para elaborar un diagnóstico sobre crímenes de género al interior de la institución.

La conversación transcurre en su departamento de San Telmo.

–¿Cómo analiza lo que pasó a partir de la denuncia de Thelma Fardin?

–Es fundamental vincularlo con lo que pasó dos semanas antes con el fallo sobre el femicidio de Lucía Pérez, donde un tribunal dijo que no hay ninguna relación de poder entre dos hombres adultos que le proveen droga a una adolescente. La sociedad que se escandaliza porque otra adolescente, de la misma edad que Lucía, fue violada por un varón de mayor y de más poder, les está diciendo a esos jueces de Mar del Plata que están equivocados y que han traicionado las expectativas de la sociedad con relación a la justicia. Es importantísimo vincular las dos escenas, ponerlas en relación. En segundo lugar, estamos viendo que la sociedad está siendo avisada y se está volviendo más sensible en relación a las agresiones, a los acosos, a las distintas formas de abuso de género y esa es una buena noticia.

–¿Cómo ve el rol de los medios en el abordaje del tema?

–Tenemos un problema con el espectáculo de la noticia. Es indispensable ver cómo los medios pueden informar sobre este fenómeno. Lo que hemos aprendido de feminicidios y escándalos sexuales anteriores es que aunque los medios muestren la monstruosidad del agresor, ese monstruo para otros hombres resulta una figura tentadora, porque el monstruo es potente. El monstruo es un personaje predador, rapiñador, como debe ser el sujeto masculino formateado por el mandato de masculinidad. Y lo que el hombre quiere mostrar siempre es que puede serlo, porque es su forma de mostrar que es potente. Ha sucedido en otras situaciones, como en el caso de Wanda Taddei, que la monstruosidad quiere ser imitada. Hoy en día existir bajo el lente mediático parece ser para muchas personas la única forma de existir. Es un fenómeno de nuestro tiempo. Así como en el caso del suicidio fue revisado el rol de los medios y hay una pauta mediática que decidió no mostrarlos ni hablar del tema porque ya se sabe que se va a repetir, se deberían repensar las coberturas en casos de agresiones sexuales.

–¿Cuál es su propuesta?

–Profesores de comunicación, formadores de periodistas y editores de medios tienen que convocarse a una gran convención, diría latinoamericana, donde se debata en profundidad la pauta mediática para las agresiones sexuales, y donde también se rediscuta el suicidio como pauta. Porque no informar, es decir, desinformar, también es problemático. Esa discusión es indispensable. No se puede seguir así. En este caso de Thelma es clarísimo: aparece una niña llorando, linda, actriz, que en su momento fue famosa. Se la muestra como una heroína de cuentos de hadas. Pero no debe ser mostrada así. Es peligroso. Porque las heroínas del cuento de hadas reviven al final la ilusión del príncipe salvador.

–¿Cómo se la debería mostrar?

–Se la debe mostrar como una sujeta que está descubriendo su propia capacidad política de modificar una estructura, que es la estructura desigual del Patriarcado. Ese es su papel. Y por encima de todo como una sujeta que no necesitó de un príncipe: hay un colectivo de actrices que la secunda, que promueve su denuncia, que la acompaña políticamente. Entonces, no basta la posición de víctima. El victimismo no es una buena política para las mujeres. Lo más importante en esta noticia y lo que los medios deberían destacar y repetir sin reserva y hasta con exceso es que quien rescata a Thelma es un grupo de mujeres, son sus pares, sus colegas, sus amigas, sus hermanas en el proceso político que estamos viviendo en Argentina y en el continente: mujer salva mujer y muestra al mundo lo que tiene que cambiar. No hay un príncipe valiente. Hay política, que es más lindo, más heroico y más verdadero. La mano salvadora viene de nuestra amistad y alianza. Sin embargo, lo que destacan y repiten es la escena sin límite de la víctima describiendo la agresión y exhibiendo su dolor “mariano”. Se comprende la emoción reviviendo aquel momento y no debe estar ausente, pero la presentación de una sujeta acusadora solamente a partir de su dolor moral por lo que le ha sucedido –que es lo que los medios mostraron– no debería substituir ni desdibujar o anteponerse a la escena de una mujer que se ha vuelto una sujeta política y por eso denuncia.

–¿No cree que si una víctima no muestra públicamente el sufrimiento que le causa el recuerdo de la violación que sufrió, la opinión pública pondría en duda sus palabras? Hay un modelo de víctima ideal: si no es sufriente pierde credibilidad para cierto público…

–Claro, pero eso lo tenemos que cambiar. La víctima no necesita ser buena y pura para ser comprendida como víctima, solo necesita ser persona. Entender la diferencia es dar el giro político que la sociedad necesita para que este tipo de cosa no vuelva a sucederle a nadie.

–Pero, ¿cómo movemos eso de ahí?

–Ése es el punto. Lo tenemos que mover porque incluso es chocante para quien está dentro de una crítica y un proyecto político, que es mi proyecto: la intención es cambiar al mundo, el orden político patriarcal, que hace a todo el mundo, hombres y mujeres, tanto daño. Les estamos diciendo a los hombres que se corran, se desmarquen y desmonten el mandato de masculinidad. Muchos lo están haciendo, me consta, porque están percibiendo que ese mandato los mata primero, los enferma primero, y que también son pobres e incautas víctimas de ese orden corporativo autoritario y cruel que impera al interior de la propia corporación masculina. Porque dentro de esa corporación, como en todas, hay hombres que son más hombres y hombres que son menos hombres, es jerárquica, es maligna, obliga a dar pruebas de narcisismo y de crueldad todo el tiempo. Es por eso que la visión política, la manera de hacer política en estilo femenino se está recomponiendo después de un largo tiempo de rasura, de censura, de olvido compulsorio. Hay un fenómeno de afloramiento de la politicidad femenina después de un largo tiempo de su negación como política. Eso es lo que vemos en las calles. Y es también, afortunadamente, lo que se ve en el apoyo masivo que Thelma ha recibido de las mujeres de su gremio, y también de la sociedad argentina. Tenemos que celebrarlo. Basta de llanto. No queremos solamente consolar a una víctima que llora. El punto es cómo educamos a la sociedad para entender el problema de la violencia sexual como un problema político y no moral. Cómo mostramos el orden patriarcal, que es un orden político escondido por detrás de una moralidad. El problema es que está siendo mostrado en términos de moralidad. Y es insuficiente mostrarlo así por varias razones.

–¿Cuáles?

–Aparece y lo he visto mucho en estos días, que solo el hombre es sujeto del deseo sexual; la mujer, no. El hombre desea, la mujer se rinde. No es esa mi propuesta de un mejor momento para las mujeres. La mujer es un sujeto pleno del deseo. La noticia es presentada como si la mujer no lo fuera, y fuera solo víctima del deseo masculino. Tengo un miedo terrible a esa posición porque es tremendamente conservadora, es decir, no nos saca del lugar de la pasividad.

–Pero la denuncia es importante porque abrió una puerta que ya no se va a cerrar y confirma lo que desde el movimiento de mujeres hemos venido diciendo desde hace tiempo: la naturalización y la impunidad frente a la violencia sexual en distintos ámbitos …

–Sí, pero que no se malogre con el aspecto de espectáculo que tiene esto. La glamorización de lo sucedido es contraproducente. Es importantísimo lo que está pasando. Muestra que la sociedad, muchas mujeres y hombres también estamos insatisfechas con el orden de las cosas.

–¿Cómo enlazarlo con lo que viene sucediendo a partir del Ni Una Menos, los paros de mujeres, la lucha por el aborto, ese camino de las mujeres hoy?

–Volviéndolo político, retirándolo de lo moral, y haciendo ver que se trata de una escena, de una situación, de una posición en que nosotras, las mujeres nos hemos encontrado muchas veces en el trabajo, en la escuela, en la universidad y en la vida en relación. La escena de género es una escena de poder, no podemos más dudarlo. La sociedad no lo duda más… y el derecho debe asimilarlo. Hemos tenido un maravilloso éxito político al demostrarlo y las joven llevarán adelante en la historia esta lucidez que la sociedad ha alcanzado….. no sin dolor, o, mejor dicho, a través del dolor de los feminicidios. Pues cada feminicidio es un ataque a toda la sociedad, un dolor de todos.

–¿En su evaluación, entonces, es un gran momento para nosotras?

–Sin duda alguna. Es un viraje de la historia, lo estamos viendo en varios escenarios distintos que estamos consiguiendo dar vuelta a una página de la historia con el movimiento que estamos haciendo las mujeres. Los relatos que están aflorando y haciéndose públicos muestran claramente que estamos librándonos de un cierto mandato paterno, patriarcal, cruel, abusador, narcisista y castigador. Y es por la desestabilización de ese mandato que se cambia el rumbo, que se cambia el mundo. Es un gran momento inédito y de una intensidad impar. Pero, por otro lado, por la intensidad de este momento tenemos que tener mucho cuidado.

–¿Cuáles son sus alertas?

–1. Cuidado con lo que vengo llamando “un feminismo del enemigo”, pues todas las políticas que se arman a partir de la idea de un enemigo caen irremediablemente en el autoritarismo y en formas de accionar fascistoides. El feminismo no puede y no debe construir a los hombres como sus enemigos “naturales”. El enemigo es el orden patriarcal, que a veces está encarnado por mujeres. 2. Cuidado con los linchamientos, pues hemos defendido por mucho tiempo el derecho al justo proceso, que no es otra cosa que el derecho al contradictorio, a la contradicción, al contraargumento en juicio. Linchamiento y escrache no son lo mismo. El escrache, como lo habilitamos en Argentina cuando el Estado se volvió genocida, y en realidad podríamos volver a habilitar ahora, porque constatamos, como en el caso de Lucía Pérez o el caso del jury al Juez Rossi (que había dejado en libertad, a pesar de tener condena por violación, a quien mató luego a Micaela García), que la justicia nos traiciona, se elabora a través de un “proceso”, que es de justicia aunque no de justicia estatal. Cuando la justicia estatal falla, otras formas de justicia aparecen, pero no son espontáneas, pues hay deliberación, consulta, escucha, y la consideración por parte del colectivo de que se puede estar cometiendo un error –eso es el contradictorio, eso es el espacio para la posibilidad de la contradicción–. El linchamiento es una forma de ejecución sin ninguna de esas garantías. Es una ejecución sumaria, y extrajudicial en el sentido de que no está sometida a ningún tipo de deliberación, ni estatal ni de la colectividad en cuanto tal. 3. Cuidado con entregar la gestión y negociación de las relaciones entre las personas y, muy especialmente, de la sexualidad, al estado. No es propio de nuestras sociedades, de nuestra forma de ser en el continente latinoamericano, curvarnos a la judicialización de la gestión de la vida, de las relaciones interpersonales, y no creo que sea un buen propósito. Debemos preparar a nuestras y nuestros jóvenes a que puedan tramitar sus relaciones con su propia palabra y con sus propios gestos. La entrega de esa gestión de las relaciones a otras instancias puede ocurrir cuando los intentos de hablar del deseo y del no deseo interpares se muestre imposible. Las y los jóvenes deben reaprender a conversar. Y, por último, 4, te comparto la extraordinaria frase que me dijo un jefe de la policía de El Salvador, donde estuve trabajando durante una gran parte de este año: “Que la mujer del futuro, no sea el hombre que estamos dejando atrás”.

Si llegaste hasta acá…

Es porque te interesa la información rigurosa, porque valorás tener otra mirada más allá del bombardeo cotidiano de la gran mayoría de los medios. Página/12 tiene un compromiso de más de 30 años con ella y cuenta con vos para renovarlo cada día. Defendé la otra mirada. Defendé tu voz.

El meetoo mexicano que propició en Twiter y en facebook,
un linchamiento mediático de "Onbres", y que se erigió
como tribunal moral y fiscalía plena de animosidad, y que
tampoco otorgó el beneficio de inocencia ni derecho de replica
a los imputados, ha cesado sus funciones por su fracaso
en su verdadero objetivo: desligitimar la lucha del feminismo
que persigue la igualdad y mismos derechos entre hombres
y mujeres.
El feminismo radical  y adoctrinado, se fundamenta en el post
modernismo de Jakes Derrida y la deconstrucción de las
fundaciones del hombre: "Muerte al hombre, muerte a la filosofia,
etc.
El feminismo radical, acrítico y dogmático, lo reinterpreta desde
una visión sexista y justiciera: "Machete al macho, "Se va a caer
el hetero patriarcado" y otras consignas repetidas hasta el hartazgo.
Este feminismo scum, (de entre los muchos que hoy existen), es
misándrico, y revanchista , parte del odio al hombre por el mero
hecho de ser un "violador potencial".
Así vemos colectivos  irracionales, de "Valeries Solanas" cual
terroristas encapuchados y semi desnudos, incendiar iglesias por
oponerse al aborto [...] cuando el aborto, abierto al debate sano,
es una cuestión de seguridad social y un derecho de la mujer
estemos de acuerdo o no por motivos morales y no políticos.
El feminicidio y el machismo, son asuntos políticos que la sociedad
debe reconocer como una pandemia social.

JC





miércoles, 3 de abril de 2019


Fue; se fue hasta el fondo del nocturno pozo

de las serpientes.

Con la ebriedad del dichoso plantó la espada.

Y se recostó en los filos de la vida ya oxidados

los dientes.

Salía humo de la corteza de su cara de mundo

chata de tanto viento golpeada.

Mostró  que pudo vivir de una sola inhalación

Cuando murió, exhaló cientos de poemas

de sus pulmones.

JC

martes, 2 de abril de 2019



A principios de este año, el sitio web Babe publicó la historia de Grace, una fotógrafa neoyorquina de 23 años que describió una cita que tuvo con el comediante Aziz Ansari como la peor noche de su vida. Grace y Ansari se conocieron en una fiesta, intercambiaron teléfonos y salieron a cenar una semana después. Al terminar de cenar se fueron al departamento de él, en Tribeca, en donde empezaron a fajar, se desnudaron y se hicieron sexo oral mutuo. El encuentro sexual fue consensuado, pero en el artículo Grace describe cómo él insistió en coger hasta hacerla sentir incómoda e ignoró las señales –verbales y no verbales– con las que le pidió que se detuviera. Al final, cuando le dijo de forma más explícita que quería irse, Ansari le pidió un taxi.
De inmediato, las opiniones se dividieron. Para algunas personas, lo que hizo Ansari es una agresión sexual grave, equiparable incluso con un intento de violación. Pero para otras no sólo no lo fue, y opinaron que considerarlo así y condenarlo como tal va en detrimento del feminismo en general y de movimientos contra el acoso. La pregunta al centro del debate es: ¿dónde está la línea entre acoso, violación, hostigamiento? El lenguaje en estos casos pesa mucho, porque es la herramienta que tenemos para reconocer de las áreas grises que existen siempre que de sexualidad se trata. De esa necesidad de reconocimiento parte el libro más reciente de la antropóloga Marta Lamas, publicado por el Fondo de Cultura Económica (FCE) hace algunos meses. El libro es provocador desde su título –Acoso, ¿denuncia legítima o victimización?– y nos adentra en un tema que no le es ajeno a ninguna persona que haya seguido más o menos de cerca los debates feministas más recientes.
“No existe en el mundo nada más poderoso que una idea a la que le ha llegado su tiempo”, dice Lamas en el prólogo del libro, y continua explicando cómo la idea del acoso ha logrado movilizar a millones de mujeres en los últimos años, especialmente a partir del auge del movimiento #MeToo (la “americanización de la modernidad”, señala siguiendo a Bolívar Echeverría). Sin embargo, argumenta, algunas mujeres han considerado “acoso” a usos y costumbres culturales, como el piropo, e incluso a prácticas tipo quid pro quo como el intercambio de favores sexuales a cambio de oportunidades laborales. Para Lamas, las denuncias por acoso han sido un modo de canalizar el malestar y la indignación que provocan otras prácticas machistas más agresivas o discriminatorias. Ese ¡basta ya de acoso!, advierte, es en realidad ¡basta ya de desigualdad, basta ya de doble moral, basta ya de discriminación, basta ya de machismo!
Lamas, activista de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y participante destacada, desde los años setenta, del movimiento feminista, ha sido ferozmente criticada por su postura frente al acoso. En un debate al respecto sostenido con Catalina Ruiz-Navarro, el tema del consentimiento tomó especial relevancia: “El erotismo no puede ser por obligación. No hay nada más sexy que el consentimiento. No hay nada más sexy que yo diga: «sí, quiero; y quiero que me hagan esto; y sí, acepto tus manos en mi cuerpo»”, dijo Ruiz-Navarro. Lamas, en cambio, señaló “En el tema de la libido y el deseo no todo se puede explicitar previamente… Me daría una hueva infinita que siempre me dijeran: “oye, ¿te puedo dar un beso?”… Eso sí me parece absolutamente, en mi caso, deserotizante”.
En este sentido, en “Acoso, ¿denuncia legítima o victimización?”, Lamas ahonda en los riesgos de reducir a “acoso” la complejidad del deseo sexual, la naturaleza del erotismo y sobre todo la brutalidad de un contexto violento, desigual y explotador. Para ello, hace un revisión de lo que los diferentes feminismos proponen, incluyendo definiciones jurídicas y políticas, las distinciones con otros conceptos como hostigamiento y abuso sexual y los dilemas y controversias que enfrentamos hoy en universidades, centros de trabajo o espacios públicos. “Si todo es acoso, nada es acoso”, advierte, y explica, siguiendo a la filósofa Celiá Amorós que “conceptualizar es politizar”. Es decir, para visualizar realmente la magnitud de cierto tipo de violencia es necesario definirla con claridad, ya que sólo podemos combatir lo que somos capaces de identificar.
Más allá de las opiniones personales, al cuestionar los discursos feministas dominantes Lamas invita a una reflexión crítica que muchísima falta la hace al feminismo actual, que en algunos casos se ha convertido en un eslogan que se puede poner en gorras y camisetas o en la promesa de que ser feminista te hará más feliz, tener una vida sexual más satisfactoria o ser más exitosa profesionalmente. Esta noción es engañosa, escribe Jessa Crispin en su libro Por qué no soy feminista. Un manifiesto feminista, porque da la sensación de que basta que una mujer se autodenomine feminista para que todas sus acciones, por más mezquinas, frívolas o conservadoras que sean, se conviertan en expresiones del movimiento.
“MacKinnon sostiene que las mujeres son una clase oprimida, que la sexualidad es la causa de dicha opresión y que la dominación masculina descansa en el poder de los hombres para tratar a las mujeres como objetos sexuales. La influencia teórica, política y jurídica de esta autora ha sido inmensa, y ha ido potenciando un discurso mujerista y victimista respecto de la sexualidad, la violencia y la ley”, dice Lamas. Además, abunda, “(…) la experiencia sexual humana no sólo se remite a las cuestiones fisiológicas medibles, como la excitación y el orgasmo, sino a insólitas manifestaciones del deseo, presentes en las fantasías sexuales y en los requerimientos, a veces atinados y seductores, otras veces inoportunos y molestos”.
Lamas sabe (lo ha dicho en varias entrevistas) que algunas de estas posturas no le ganarán simpatías, pero ha insistido en mostrar que el ser víctimas no es una condición generalizada de las mujeres. La cuestión es importante, creo yo, por varias razones. Primero, porque pone al centro preguntas que acaso no se han planteado con seriedad en algunas vertientes del feminismo: ¿Puede el objetivo de reducir las posibilidades de “acoso” reducir también la posibilidad de profundizar en relaciones significativas y gratificantes? ¿Hasta qué punto las denuncias y reclamos que se formulan como acoso están evitando que se nombren la discriminación y la desigualdad que producen el machismo y la misoginia? Por otro lado, el hecho de que Lamas pertenezca a una generación de feministas distinta, que vivió en un contexto en el que otras luchas se veían como centrales, es algo que habría que tomar en cuenta: el debate intergeneracional puede ser benéfico para ambas partes. No todas pensamos igual, por fortuna, y las diferencias de opiniones son signo de un movimiento vivo. Cuestionar las corrientes dominantes del feminismo en nada equivale a traicionarlo. Todo lo contrario: lo enriquece.



Carta al presidente de México @lopesobrador
Sr. Presidente:
Le pido, por favor y amablemente, que se investigue
El "scratcheo"virtual (denuncias anónimas)  en
twiter que empujó al suicidio del músico Armando Vega
Gil por una acusación  anónima proveniente de La cuenta
Mee Too musicosmx.
Este lamentable suceso me lleva a cuestionar el sistema
de Justicia de su gobierno que no hace la debida vigilancia
a hechos de su competencia en los que sin pruebas, solo un
dicho de una presunta víctima, viola el estado de derecho y la
presunción de inocencia de los imputados.
¿A quién pertenece dicha cuenta?
¿Quién  la financia? ¿ De dónde provienen dichos recursos?
¿Recubieron las denunciantes dinero por denunciar
anónimamente?
¿Es dinero del erario? ¿Las fundaciones contra la violencia
de género se pagan con los impuestos de los mexicanos?
Coincido en que las mujeres violentadas y acosadas, denun-
cen dichos delitos conforme a la ley  ante https://www.gob.
mx/pgr/acciones-y-programas/fiscalia-especial-para-los-
delitos-de-violencia-contra-las-mujeres-y-trata-de-personas.
Infortunadamente, la citada cuenta en twiter, pienso, ha violado
esta ley y eso lo convierte en un delito por agravio y difamación
en contra de personas físicas y morales que amerita ser penalizada.

Quedo de usted:
José cruz Camargo Zurita.



lunes, 1 de abril de 2019

Aquí la opinión de Mónica Brown:

"Estoy en shock, encabronada y triste por el suicido de Armando Vega-Gil. Justo ayer comenté varias veces que me parecía pésimo meter en la lista de violadores, golpeadores y acosadores a hombres cuyo único pecado fue decirle a alguien por Whatsapp o en persona o como sea que querían coger contigo. A eso se responde: "No me interesa", y listo. ¿Te convierte en víctima una invitación a tener sexo? Es simplemente ridículo, ¿tenemos 5 años todas o qué pasa? Lo único que logran ese tipo de almas sensibles e indignadas es deslegitimar la violencia real que han sufrido otras mujeres, porque ahora esa lista es completamente dudosa. Y sí, dudo muchísimo, por no decir que dudo completamente, que gente como Eduardo Vázquez Martín, Mario González Suárez, Armando Vega-Gil, Daniel Sada o Julio Trujillo merezcan estar ahí. Daniel me quiso besar un día después de su taller de novela. Le dije que no estuviera chingando. Punto. ¿Por eso va a estar en una lista de violadores? No, rotundamente no. Julio Trujillo, por querer llevarse a alguien a la cama, y disculparse al día siguiente, ¿merece estar en esa lista? ¡No! Una chava que lo acusó dice que se asustó mucho. ¿Por? ¿Qué no somos personas adultas que tenemos derecho a querer sexo y también a no quererlo, y listo? La facilidad de denunciar a cualquiera anónimamente, y el creerle a una mujer nada más porque es mujer, es simplemente absurdo y completamente irracional. Se ha perdido toda proporción. Y a quien le moleste mi postura, bórreme de su lista de "amigos" y ya, ¡por favor! Sí,  mi solidaridad total con todas las mujeres que han sido y son verdaderas víctimas de abuso y violencia, y también mi solidaridad total con todos los hombres que están siendo víctimas de denuncias falsas, anónimas o ridículas que son también otra forma de abuso y violencia. No deben pagar justos por pecadores". 😡
aristeguinoticias. com

Carta a la periodista @Carmen Aristegui:
Querida Carmen usted de ha distinguido por su
periodismo de investigación, sus reportajes  han
recibido numerosos premios al periodismo veraz en
otros países así como en México.
La investigación de La Casa blanca de Enrique Peña
Nieto (investigación) fue aplaudida en todo el mundo.
Por esta razón y la admiración que me merece, le pido,
amablemente, que investigue El "scratcheo"virtual en
twiter que empujó al suicidio del músico Armando Vega
Gil por una denuncia anónima.
La cuenta Mee Too musicosmx ha desaparecido después
del lamentable suceso. ¿A quién pertenece dicha cuenta?
¿Quién  la financia? ¿ De dónde provienen dichos recursos?
¿Recubieron las denunciantes dinero por denunciar
anónimamente?
¿Es dinero del erario? ¿Las fundaciones contra la violencia
de género se pagan con los impuestos de los mexicanos?
Coincido en que las mujeres violentadas y acosadas, denun-
cen dichos delitos conforme a la ley  ante https://www.gob.
mx/pgr/acciones-y-programas/fiscalia-especial-para-los-
delitos-de-violencia-contra-las-mujeres-y-trata-de-personas.
Infortunadamente, la citada cuenta en twiter, pienso, ha violado
esta ley y eso lo convierte en un delito por agravio y difamación
en contra de personas físicas y morales que amerita ser penalizada.
El término "difamación" es un término general que abarca toda declaración
que dañe la reputación de una persona.
Si la declaración se realiza por escrito y se publica,
la difamación se denomina "libelo".

Extiendo copia a @M_Olga SCordero, Secretaria de
Gobernación, al periodista @jenarovillamil, a la esposa del
presidente, @BeatrizGMuller, @revistaproceso

Quedo de usted:
José cruz Camargo Zurita.



aristeguinoticias. com

Carta a la periodista @Carmen Aristegui:
Querida Carmen usted de ha distinguido por su
periodismo de investigación, sus reportajes  han
recibido distinguidos premios al mejor periodismo en
otros países tanto como en México.
La investigación de La Casa blanca de Enrique Peña
Nieto (investigación) fue aplaudida en todo el mundo.
Por esta razón y la admiración que me merece, le pido,
amablemente, que investigue El "scratcheo"virtual en
twiter que empujó al suicidio del músico Armando Vega
Gil por una denuncia anónima.
La cuenta Mee Too musicosmx ha desaparecido después
del lamentable suceso. ¿A quién pertenece dicha cuenta?
¿Quién  la financia? ¿ De dónde provienen dichos recursos?
¿Recubieron las denunciantes dinero por denunciar
anónimamente?
¿Es dinero del erario? ¿Las fundaciones contra la violencia
de género se pagan con los impuestos de los mexicanos?
Coincido en que las mujeres violentadas y acosadas, denun-
cen dichos delitos conforme a la ley  ante https://www.gob.
mx/pgr/acciones-y-programas/fiscalia-especial-para-los-
delitos-de-violencia-contra-las-mujeres-y-trata-de-personas.
Infortunadamente, la citada cuenta en twiter, pienso, ha violado
esta ley y eso lo convierte en un delito por agravio y difamación
en contra de personas físicas y morales que amerita ser penalizada.
El término "difamación" es un término general que abarca toda declaración
que dañe la reputación de una persona.
Si la declaración se realiza por escrito y se publica,
la difamación se denomina "libelo".

Extiendo copia a @M_Olga SCordero, Secretaria de
Gobernación, al periodista @jenarovillamil, a la esposa del
presidente, @BeatrizGMuller

Quedo de usted:
José cruz Camargo Zurita.



aristeguinoticias. com

Carta a la periodista @Carmen Aristegui:
Querida Carmen usted de ha distinguido por su
periodismo de investigación, sus reportajes  han
recibido distinguidos premios al mejor periodismo en
otros países tanto como en México.
La investigación de La Casa blanca de Enrique Peña
Nieto (investigación) fue aplaudida en todo el mundo.
Por esta razón y la admiración que me merece, le pido,
amablemente, que investigue El scratcheo virtual en
twiter que empujó al suicidio del músico Armando Vega
Gil por una denuncia anónima.
La cuenta Mee Too musicosmx ha desaparecido después
del lamentable suceso. ¿A quién pertenece dicha cuenta?
¿Quién  la financia? ¿ De dónde provienen dichos recursos?
¿Recubieron las denunciantes dinero por denunciar
anónimamente?
¿Es dinero del erario? ¿Las fundaciones contra la violencia
de género se pagan con los impuestos de los mexicanos?
Coincido en que las mujeres violentadas y acosadas, denun-
cen dichos delitos conforme a la ley  ante https://www.gob.mx/pgr/acciones-y-programas/fiscalia-especial-para-los-delitos-de-violencia-contra-las-mujeres-y-trata-de-personas.
Infortunadamente, la citada cuenta en twiter, pienso, ha violado
esta ley y eso lo convierte en un delito por agravio y difamación contra
personas morales que amerita ser penalizada.
El término "difamación" es un término general que abarca toda declaración que dañe la reputación de una persona. Si la declaración se realiza por escrito y se publica, la difamación se denomina "libelo".
Extiendo copia a @M_Olga SCordero, Secretaria de
Gobernación, al periodista @jenarovillamil, a la esposa del
presidente, @BeatrizGMuller

Quedó de usted:
José cruz Camargo Zurita.



Te conozco desde hace 33 años,
querido amigo Armando.
Sé de tu escrito en el que hablas de suicidio por ser señalado por el mee too mexicano anonimamemte y sin derecho de réplica...
Esta cacería de brujas se ha dado desde que las Ongs de George Soros y la ONU, han iniciado una guerra entre sexos en países de Latinoamérica e incluso en España.
Lo mismo sucedió en Brasil y que el ultraderechista Bolsonaro, ganó las elecciones de su país al mostrar
marchas de feministas en las que protestan contra "El Patriarcado machista heteropatriarcal", (que señala como enemigo al hombre por el mero hecho de ser varón),
y lo hacen esnudas y defecando en las calles de Brasil y otros países.
El Hipermachismo de las élites ha iniciado un proceso de ingeniería social con múltiples fines.
La denuncia no parte de un MP, ni proviene de un bufete de abogados..
Como sucede en España, con la Ley Contra la Violencia de Género, el hombre no goza de Presunción de Inocencia, y a la supuesta víctima se la cree por el simple hecho de ser mujer...
Ahora me entero que te haz quitado la vida...

JC
@M_Olga Sánchez Cordero, @lopezobrador, @ DiputadosMorena, @tatclouthier,
@Claudiashein, @liga_abogados, martibatres