martes, 28 de marzo de 2017

Lavar trastes.


                                         Lavar trastes.

De chamaco, mi madre, me encomendaba tareas domésticas como
tender mi cama y limpiar toda la cocina, trapear y lavar los trastes;
quitar la mugre a los vidrios de las ventanas.
Desde entonces me gusta hacerlo, me resulta terapéutico.
Cuando estuve en AA, lavaba los trastes y servía café a los compañeros
entre junta y junta. Jamás relacioné estas actividades con el machismo
o lo contrario: la mandilonería. Simplemente, atiendo a mi Paty cuando
ella enferma por puro y real AMOR.
"Amor con Amor se paga", aprendí.
Los fundamentalismos son fanatismo, no cabe duda, y revelan mucho
de la gente, hombres o mujeres.
La rigidez mental ocasiona enfermedades: existen también por karma.
Una mente violenta es un polvorín en potencia, se nutre de resentimientos.
Una mente pacífica, procura pensamientos serenos, reflexiones profundas,
y convierte a la persona en sabia y tolerante.
Y descubrir que está intrínsecamente relacionada con la respiración funcional, es todo un acontecimiento.
Infinitamente va más allá del género y reduccionismos.
El ser humano nutrido (por el prana) es ideológicamente y experimentalmente abierto; en cambio, un ser humano desnutrido,
guarda nudos de emociones destructivas sin darse cuenta.
Y las "traslada" a todos los campos de su vida.
Son el preámbulo de la fuga hacia la felicidad ficticia y caduca.

JC






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