jueves, 9 de marzo de 2017

Heridas de guerra.


Hoy desperté con la pesada noche en el pecho.

Quise levantarme y sus filosas estrellas me lastimaron:

tuve que quedarme en cama todo el día.

Hay cristales que uno desea evitar;

que llamamos "heridas de guerra" en la vida.

Dolores acompañantes que se vuelven entrañables, casi

como fieles amantes.

Yo digo que las ansias de la vida porque crezca uno son

hartas.

Tuve un auto que ya no pude manejar por un corto circuito

en el cerébro.

En éste llevaba a mi hija todas las mañanas al cch; ¡cómo me

  angustió dejar de hacerlo!

¡Cómo aprendió ella a ser independiente!

¡Valiente, tomaba un camión rumbo a la escuela!

Yo la acompañaba al paradero a las seis de la mañana.

Así fue hasta que recibió su diploma de dramaturga.

Hay cristales que uno desea evitar; que uno llama "heridas

de guerra".

JC

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