Crápulas.

Sospechosos

Sostenido de las alas por un crápula judicial, llenas sus manos de sangre mía, navegaba en el país que cayó al agua arsénica por privatizar las
leyes de la gravedad.
Me liberó el "moche" de 150 varos, pero perdí mi credencial de
elector, mi licencia (para silla de ruedas), mi tarjeta "Capital Social" para jodidos y, a ritmo de regguetón, huyeron los judas panpriístas con mi moral despedazada.
Me sequé los hilillos rojos con un pañuelo y lloré por toda la banda de barrio
bravo, madreada y apresada por circular libremente por las calles con sus greñas largas, sus rastas: su cadencia desganada y libertaria.

Soy sospechoso en las calles de mi país.
Soy sospechoso por ser rebelde.
Soy sospechoso de estar vivo.
Los muertos no son sospechosos.
Soy sospechoso en feis.
Soy sospechoso en twitter.
En todos lados me fichan,
En todos lados me registran.

Anti reformista, anti peñista, anti televisa, anti corruptos, anti slim, anti gobernadores, anti partidista: del lado izquierdo pulsa el corazón, el tuyo,
el mío.
Soy sospechoso, pues pienso por mí mismo.

JC