lunes, 17 de julio de 2017


Fuimos niños en la tempestad y el jolgorio.
Somos, algunos, almas ancestrales comisionadas
a tareas, y de éstas, nadie se salva jamás.
¿Dónde va el olvido de lo que en esencia somos?
¿El INFIERNO DE DANTE? ¡SOLO EN SU HERMOSA  
IMAGINACION!
Hoy, el recuento llega en un sobre de conciencia moral;
el deber sagrado toma la piel, la voz y actúa.

JC





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