lunes, 28 de marzo de 2016

Poema.

                                   Gracias

Te miro desde mi silla de ruedas y pienso cuánto amor cabe en ti.
Es la hora de la siesta, insinúa el reloj, y ya preparas la jeringa que
dilatará mi hora de partida; mi permanencia a tu lado.
Me defiendes como una leona erguida en la cima de la dignidad,
y peleas por mi nombre y mi historia contra la fatuidad del mundo.
Eran las diez de la noche cuando decidí amarte con toda mi alma,
ese mes, ese año memorable cuando mis ojos precisaron el rubor
de tu rostro hermoso para mi, para mi esperanza.
A las doce nuestro amor se consumó en un beso; el beso que me
llevaré al otro lado de la vida, ese beso íntimo e infinito.
Gracias amor, gracias Patricia.

JC

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