domingo, 13 de marzo de 2016

                                       Autoría

Ir por la vida con el morral cargado de resentimientos, truenos, tempestades;
el corazón astillado, fracturado, madreado, puteado en arrabales sórdidos, neblinosos, de sentires amargos; por esto el insomnio, las pesadillas: la Tenebra alucinada, porfiada ¡Y uno sin balas de plata, chingá'!
Y luego la banda que cree que unonoensayaunchingo, o selapasarascandoselosgüevos: ¡elbluestambiénestrabajo, valedor!
¡Ah, y recuerdo a los opinadores ilusos e insulsos exigiendo más! ¿Qué quieres Goliat? ¡Contigo no bebo ni sodas! Caí a una cañada y me sangré los brazos; no intenté suicidarme, carnal. Eso me pasó por no palpar el terreno lodoso ¡por pendejo!
Me sobé fuerte. Si, alivié los inflamados ventrículos a pura catarsis honesta; no me anduve con mamadas ¿para qué? Ya sé: casi me carga la verga  la trombo embolia de enero, pero aquí estoy, valedor, echándole voluntad y humildad al peyote, sigo a nivel de cancha: el partido continúa.

JC

1 comentario:

  1. Que ruede el balón de la vida....así sea.
    Un abrazo fraternal maestro J.C.

    ResponderEliminar