Poema.

Existen distintos tipos de fríos:

 El que hurga en los huesos más duros para morderlos inclemente,

El que amorata los labios olvidados, y los seca y los pudre,

El que se echa a los hombros pobres y enjutos,

El que abraza las piernas de las mujeres solas, monta su sexo de nieve

 y derruye su esperanza;

El de los cadáveres abandonados a su suerte, sin calzones, fríos, como si jamás

hubiesen sido amados,

El del corazón fuera de sus trópicos

echado sin más en su loma de olvido.

Ese frío del alma, espantosamente universal, decadentemente huérfano,

El que se encuentra uno en las esquinas y se lo lleva a casa a volverse

pulmonía.

El frío de iglesia; de vacío de cosmos; sin Dios en en el atrio; sin sopa ni abrigo,
sin amor.

JC