En este cuerpo con esclerosis múltiple, acontecen no sólo
síntomas físicos, sino también transformaciones en la
conducta y en la personalidad.
Otros derivan del mal funcionamiento de algunas zonas del
cerebro producto de esta enfermedad, y son más difíciles de
identificar.
Los familiares y amigos podrían sensibilizarse ante estos
cambios, pero la mayoría los asume "como algo personal",
y su reacción es, infortunadamente, de visceral rechazo.
A veces me siento confinado como un perro enfermo de rabia
con una armónica en el hocico que toca blueses tristones
y que debe"disciplinarse" para ser premiado con afecto y
no recibir "su merecido castigo"...
Escribo diario y diario traigo el germen de una canción en los
bolsillos del alma, y lloro a escondidas, y no se ni porqué.
¡Cómo me vendría bien un abrazo apretado y un hombro
donde derramar lágrimas en caída libre!
Sí, me siento muy triste porque de vez en vez se me van los
ánimosy las fuerzas. Y me harto del reproche, soterrado, por
publicar estas lineas, mas insisto: no busco compasión alguna,
ni recetas de alivio;
mi poesía expresa fielmente, la transparencia y desnudez de
mi alma.
Pretender ser un "Súper poderoso enfermo optimista", no me va,
pues soy sensible hasta el hartazgo. ¡Hago lo que puedo!
¡Extraño a mis padres muertos! ¡Extraño a la abuela fenecida!
¡Extraño tu cuerpo junto al mío!
JC
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