jueves, 9 de agosto de 2018


Ahora sí! El sol salió a pasear a la calle.
Y esa es una gran nueva para los pintores
estrafalarios de lente oscuro , y para los
vestidos floreados de las muchachas:
"La Primavera es un estado de  conciencia"
(apuesto a que eso pensaba Vincent Van Gogh
desde el núcleo de sus esquizoides y maravillosas
alucinaciones).
Ciertos seres humanos, para los que todo es físico,
las tormentas se instalan en sus párpado, músculos
y cableado sanguíneo para arruinarlos, para "afearlos".
¿Y el sistema nervioso? ¡ah! ¡Ese escabroso tema!
Mas, ¿sin sesiones espiritas?, ¿qué haremos sin espíritus
cerca de nosotros?
Tengo alma, cierto, eso lo acepto y hasta lo tolero;
¿espíritu? ¿algo invisible como el amor?
¡Detengámonos y anal-icemos!
La histeria, hermana sanguínea de la neurosis, no es
sino un ultra narcisismo vuelto nudo en la lastimada
sensibilidad de las "almas" de azúcar refinada:
sí, como la tuya y la mía.
¡Ha salido el sol de donde se esconde!
(Mítica superchería aún vigente en una de las muchas
modernidades).
¡Celebremos pues la salida del astro gaseoso que brilla
arriba en lo alto de nuestra pequeñez!

JC






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