lunes, 6 de noviembre de 2017


Vive esas pesadillas; son tuyas: personales.
Si tu tormenta se estaciona sobre la  extensa
playa de mi corazón, ¿qué lluvias de lagrimeo
ácidas la devastarán? ¿De dónde tanto egoismo?
Éramos un complejo telar de sexo obseso al que
llamábamos: "Te amo y yo a tí", pero nunca fuimos
más allá de esa alambrada.
Así largos años de moho jugándole al muerto
amor de levadura seca.
Y hoy que ya levantaba el vuelo, llega tu mensaje
de reclamo de propiedad.
¡Es necesario, de inmediato, comenzar a conversar con
las palomas y declararme loco!

JC



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