lunes, 6 de noviembre de 2017



No me salvaré de esta poesía hambrienta, bucólica, borracha.

Perverso gusto tragar palabras crudas sin condimento.

Recién rebanadas; fresca la mañana de verdes consonantes.

Que cuando la noche entra por la puerta de mi boca, se queda

dormida como una inútil niña.

JC.

No hay comentarios:

Publicar un comentario