No me salvaré de esta poesía hambrienta, bucólica, borracha.
Perverso gusto tragar palabras crudas sin condimento.
Recién rebanadas; fresca la mañana de verdes consonantes.
Que cuando la noche entra por la puerta de mi boca, se queda
dormida como una inútil niña.
JC.
No hay comentarios:
Publicar un comentario