jueves, 9 de noviembre de 2017


Todo es nuevo para un corazón abierto.
Como caminar sobre el fuego de los
jardines prohibidos.
En ellos, un poema equivale a un geranio;
el pecado es la ignorancia de Ser luz en
los lunares paisajes y en el triste pasadizo
de los bares.
Padezco el sueño de los despiertos que
navegan entre la neblina.
Y soy amante de la humildad en tus ojos.
¡Calla mi pestañeo ruidoso!
¡Calienta tu mano en mi entrepierna!
¡Mi sexo es fruto en tus labios!
Todo es nuevo cuando al anochecer
abro tu íntima ventana.

JC



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