Soy música, fogón de poesía, luminosa oscuridad, palabra, esencial melodía. Soy el que observa y no el observado. Shiva y Tonatiuh son el uno.
viernes, 27 de noviembre de 2015
Antífona roja.
Dolientes
Cada vez que hacemos el amor fundamos un continente
apacible, armonioso: vivible.
El amor surte ese efecto en nosotros como en cualquiera pareja
del mundo.
Arrojarse a ese sentimiento insondable pareciera suicida o cosa
de desquiciados.
Pero es común en los amantes ese dolor de hacerse falta,
de extrañarse y sentirse perdidos, huérfanos en el mundo
sin el otro.
Mas existen los dolientes de amor,
los que guardan un luto permanente
cuyas heridas no cierran porque son hondas.
Viudos y viudas que concurren al aulladero
a rezar la antífona roja.
Que perecen por los perecidos ese punzón ardiente,
insoportable, de no ser amados.
JC.
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