jueves, 1 de octubre de 2015

La sombra del 2 de octubre.


                         La construcción mediática del enemigo II              

                                 2 de octubre en el 2015.

A marchas forzadas y con las recientes heridas abiertas de Ayotzinapa, Tlatlaya, Apatzingan, Ostula (donde el ejército abrió fuego contra la población desarmada y asesinó a menores, ancianos y adultos), arribamos al día antes de la terrible masacre del 68 en la Plaza de Las Tres Culturas.
La declaración de guerra contra el más peligroso enemigo del gobierno peñista y la oligarquía: el pueblo mexicano, no es una mera especulación. Esta guerra no es contra los cárteles de la droga, la trata de blancas o el trasiego de armas en todo el territorio;  es en contra de poblaciones que se manifiestan en defensa de sus tierras por unas reformas en las que no tuvieron voz ni voto.

En días recientes testificamos el discurso lleno de falsedades ante la ONU de un Presidente preocupado mas por impresionar para amarrar acuerdos comerciales que por acatar las recomendaciones que la misma organización mundial le hizo.
La economía está en debacle; el hombre al mando del país no sabe si festejar o lamentar la volatilidad del peso ante el dólar; la reforma fiscal tiene molesta a la clase empresarial y la "verdad histórica"ha sido objetada contundentemente con sólidos argumentos por el GIEI. La PGR sigue apostando a sostener la versión oficial y a confundir a los mexicanos sin dar cuenta de su responsabilidad criminal   y la del ejército en lo hechos.


¿Se comprometerá Mancera a dejar en el cuartel a los granaderos este 2 de octubre, o incumplirá su promesa como lo hizo en la Marcha la Dignidad el 26 de septiembre pasado?
¿Volverán los paramilitares disfrazados de  anarquistas a reventar las marchas?
La sociedad está despertando y ha aprendido a resguardarse.
Quienes cuestiona las marchas, "Porque no sirven de nada", omiten el hecho de que la libre expresión de las ideas y el salir a las calles están plasmadas en la constitución; que son el contrapeso que los partidos incumplieron con la ciudadanía; que una vida democrática es vital para un país sumido en la corrupción y en un autoritarismo que viola los Derechos Humanos cada 10 minutos en todo el territorio.

¡Dos de octubre, ni perdón, ni olvido!


José Cruz.

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