martes, 20 de octubre de 2015

7 de 12.

                                           7 de 12                  


"De la misma forma en que una oruga que vive toda su vida en tan sola una de las hojas de un árbol, considera que esa hoja es todo su mundo, así nosotros los seres humanos, pensamos que este mundo físico lo es todo, sin considerar que existen en este universo, en nuestra naturaleza, múltiples dimensiones que por el hecho de que nuestros sentidos ya atrofiados no puedan ver, esto no quiere decir que no existan. Nuestro mundo es multidimensional pero el hecho de ir perdiendo 7 de los 12 sentidos que en otro tiempo poseíamos solo nos permite ver, sentir, captar parte de este mundo físico."

El Marakame me habló de este mundo en el que reina el excremento: el dinero; y de las almas limitadas que no ven el vasto cosmos de los otro cuerpos. El Ser humano tiene un sentido denominado el “Sentido Espacial”, este sentido es la capacidad de percibir el mundo en sus distintas dimensiones, nuestro sentido espacial debido a nuestros defectos psicológicos y pasiones, solo permite captar el mundo físico. Seres que han logrado el desarrollo de este sentido espacial, pueden entonces percibir el mundo en forma integral, no solo desde el mundo físico, sino pueden percibir las distintas dimensiones del Espacio.
Yo era UNO con el TODO en meditación; no hacía falta nada más, los 7 niveles crísticos estaban alineados; la división de mis hemisferios había desaparecido; nunca existió;  solo en esa visión limitada llamada oscuridad o realidad física.
Un animal superior como el caballo, el gato, la vaca, etc., tiene sensaciones y percepciones, pero no tiene conceptos, que le permitan corregir en un momento dado lo que percibimos. Un animal inferior como el caracol es guiado por la brújula placer-dolor y trata siempre de alcanzar el borde de la hoja sobre la que deliciosamente descansa, e instintivamente se aleja de la hoja muerta. Todos los movimientos del caracol se procesan en una sola línea, yendo de lo desagradable a lo agradable; fuera de esa sola línea nada existe para el caracol; esa línea es todo su mundo; el mundo es para el caracol una sola línea.
Y pensar que he visto esta inferioridad en gente con mucho poder político y religioso, pensé.
En cambio, el venado, posee el don de la clarividencia, por eso es un animal sagrado.
Lo mas interesante de todo esto es que a cada uno de estos mundos paralelos se encuentra en íntima relación con un cuerpo, es decir, que el ser humano es también séptuple en su constitución interna, ya dijera Hermes en su tabla de esmeralda “Así como es arriba, es abajo”, así como es la naturaleza, es también el Ser humano, tenemos pues, 7 cuerpos.
Cuando se disuelve EL UNO en EL TODO no quedan trazos más que migajas de este mundo sufriente y doloroso.
En el que no queremos vivir, el que anhelamos cambiar. Pero el cambio es insuficiente. La transformación es lo que está enseguida, frente a nuestros ojos internos: la interioridad. El mundo mental contiene verdades, razones que parecieran explicar EL TODO, nada más erróneo,  ignorar el alma es parte de la visión limitada.
Trascendencia es dicha y esa es la aspiración del alma humana.

JC

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