viernes, 13 de diciembre de 2019


¿Te sorprendería caminar desnudo por la avenida y pasar
desapercibido?
¡Es un excelente reductor de ego!
Soy nada y nada mío existe en el mundo.
Ni migaja de algo visible, ni recuerdo en la memoria de nadie:
soy NADA, repito.
Estoy fascinado del átomo que de veloz no se percibe.
Porque la imponente caoba que arropa a las golondrinas es cobijo
necesario y es presente concreto ante la vista animal y humana.
Pero cuando Amo soy un ciego, solo veo tu alma en un hermosa copa.
Copa con labios que besan, con ojos que abrigan de los paisajes,
horrible destrozo del hombre y sus dictaduras.
Caminar sin máscara, sin verbo, sin sombra, en silencio dedicarte
una plegaria humedecida en tu frente.
Llegar a ti sin nombre: tomarte sin remedio.

JC






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