sábado, 16 de septiembre de 2017

^

De pie.

                                      A Patricia
 

¿Qué pasa si existe tanto amor, si es palpable;

 si es evidencia contundente?

Uno decide ser animal y abogar celoso por el territorio.

Pero si el territorio es la estepa del corazón, se comparte,

Este acuerdo amoroso es voluntario.

Vivir y morir juntos, una decisión mutua.

El amor maduro tiene sus perversiones y desatinos.

Cuidado con echarle al otro lo sombrío de uno.

Cuidado con la admiración y el respeto hacia el otro:

está uno bordando fino.

Así te conocí, amor, antes de Cristo.

Me pediste fuera tu novio y yo, seguro de mi, respondí

que si,  y nos besamos con pasión inmemorial .

Y nos arrojamos vida a la cara, al pecho; enlazamos venas

y ventrículos para amarnos de tendido.

Nadie impidió el sino de querernos, ni siquiera tú, ni siquiera

yo.

Ayudaste a este cuerpo a caminar,  a ponerse de pie con unciones

de querencia: "Ambos náufragos", dijiste, yo asentí agradecido.

¡Es un gozo abrazarte y estrujarte y sentirte viva, Patricia!

Pero, en el nocturno silencio pienso: no lo eches a perder; y la memoria

se me viene encima como un alud. ¡No padezco de recuerdos!

¡Estoy enfermo de amor!

A Patricia.

JC.



No hay comentarios:

Publicar un comentario