martes, 22 de agosto de 2017


Esa poesía salvaje/ que desnuda; que/ destripa el alma.
Ésa poesía fea,/ pestilente, /apestosa a axila, /a mal aliento,
a desechos humanos: Tan Cercana /y genuina.
Lope de Vega/ la despreciaría por franca y cruda.
Los contemporáneos/ no Oficialistas la han atesorado
a escondidas/ ¡La Academia la odia!

Yo con mis endecasílabos y mi compromiso con el SILENCIO.
Si algo tiene medida poética, es el alma; sus sombras y 
luminosidades intercaladas, sensualmente vívidas. 
Poemas mugrosos, despeinados, silvestres, desnaturalizados.
Sin madre, paridos como coágulos indeseados.

Un Tiburón blanco, mi pluma dejando trazos de sangre alegre.
El papel en que escribo es el día que me queda de vida, los demás:
una linea continua de ensayos de muerte.

Tu mirada será lo que veré en el último instante; el suspiro final,
nuestra despedida.

JC



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