jueves, 24 de agosto de 2017

Ciegos.


Terror de Ser, de tocar tierras baldías, desconocidas
para un alma recién nacida, nueva y ciega a la luz.
Uno se afirma al planeta como puede.
Y no hay vuelta que remedie tal soledad.
Sentirse huérfano aún abrigado aún besado.
Y teñir de tristeza la tarde, los rostros, los parques, el vino.
Cuando es uno el amargo por dentro.
¡Ahí está la causa del enamoramiento!
¡Ahí el espejismo tonto!
Y uno concluye ¡Qué tontería la vida! ¡Que absurdo amar!
Párate frente al mar, oye qué dice la brisa: "Todo siempre
estuvo dentro de tí".

JC

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