miércoles, 5 de abril de 2017


"Las almas libres no cabemos en frascos para insectos"
JC
La cerrada moral prevaleciente en los 50's fue el combustible
detonador para obras como las de D.H. Lawrenece
o Henry Miller, o para Virginia Woolf y otros tantos más.
Almas audaces en jóvenes cuerpos creativos que tensaron
al máximo la máscara sado de látex (doblemente cínica) de las buenas
costumbres imperantes hasta reventarlas, y dejar a las conciencias conservadoras "fuera del ring": devastadas (sin el aceite de argumentos) que otrora las ponderaban como útiles para controlar socialmente los desvaríos de las mentes visionarias, locuaces e innovadoras
que se abrían camino.
Así ha sido en el pasado; así es en nuestro tiempo presente.
¡Sí, Dios atisba por la cerradura!
La "incendiaria y  peligrosa" poesía de Real de Catorce ha llegado a más
de tres generaciones de seguidores.
Este bien cultural pertenece ya, a nuestra memoria colectiva: La Fonoteca
Nacional.
Niños, adolescentes, padres, abuelos y bisabuelos, no solo siguen sino cantan las canciones de Real de Catorce que ha puesto en su lugar al conservadurismo recalcitrante y abyecto. Y  que además, abrió brecha para el público infantil y adolescente de todo el país.

Real de Catorce y el público infantil.
A finales de los 80's/ 90's, Real dio conciertos en El Convento del Desierto de los Leónes; en El Museo del Virreinato, en Tepozotlán; en hospitales  y clínicas infantiles del IMSS y el ISSSTE, y en Centros de Readaptación Juvenil en todos los estados de la república.

¡Los esperamos el 30 de abril @Nuevo Foro Hilvana!





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