miércoles, 2 de octubre de 2019

Cincuenta años: perenne
la memoria
del corazón.
Esencial la vida; esencia,
pedazos
de vida entre los dientes
de la balloneta.
Amor, dolor, Amor: te amé
y muerta
te sigo amando.
Por la sangre en los omóplatos
de un
niño que iba en pleno vuelo
armado
de felicidad,
frágil como rama tierna.
Cientos cayeron en
la plaza de la muerte: ramas para
un horno
de cadáveres amados.
¡Fue Ordaz Díaz y su Masopriismo
genocida!
¡Tarde roja-encendida!
¡Noche secuestrada
¡encerrada en el Campo
de concentración!
¡Es en la oscuridad de la
masacre que aún
muerde el verde oliva!
¡Dos de octubre, compañera,
compañero:
Dos de octubre no se olvida!

JC

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