jueves, 11 de enero de 2018


Traía en la cavidad del corazón un perro furioso.
De esos que se tragan la noche de un mordisco.
Babeaba de sangre a la humanidad: un perro militar.
Lo crió un soldado y lo enseño a matar en las ciudades.
El Presidente de la Nación lo condecoró por sus servicios.

JC

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