viernes, 26 de enero de 2018

Cantata capitalista neoliberal de una madre a su hijo.

"Eres débil, por eso lloras  y te escondes a escribir poesía.
Estas fuera de un mundo eficiente, práctico: debes empezar
a ganar monedas, muchas, y a mantenerte por ti mísmo;
aprender a ponerle el pecho a las balas de esta vida cruel.
¿Componer canciones? ¿De eso vivirás? ¡¿Y canciones
que la gente nunca entenderá?!
¡Sensiblero! ¡Llorón! ¡Marica!
Te congelarás en las calles por nada más que unos pesos.
Busca seguridad en un empleo que remunere bien; no tires
tu tiempo a la basura: ¡lleva una vida útil!"
Alguien decide como vivirás tu vida.
Alguien te etiqueta y te impone modas.
Antítesis:
Te comprime hasta el individualismo más rapaz para que compitas
en el mercado, pero solo llegarás a ser un obrero calificado y te
llamará macho alfa en una suerte de biologismo reduccionista.
La sensibilidad no está permitida en este Sistema, ni el cultivo
de la espiritualidad, tampoco el arte: la cultura es la gran enemiga.
Pensar y sentir te convierte en subversivo y peligroso.
Madre y padre en pugna sociobiologista meramente sexo-genital
ideologizada.
Anti-erotismo cuando el ser humano es ricamente complejo: misterio
exuberantemente revelador.
Somos más que la furia inducida, más que la separatividad impuesta
desde afuera para controlar.
No Somos Rebaño. No Somos incautos seguidores de Mesías.
¡Somos mucho más que eso!

JC






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