jueves, 29 de junio de 2017


Te soñé. Me soñaste. Soñé el mundo como creí veía.
El corto perímetro de vida que tuvimos y no notamos.
Siete años para adaptarnos. 
Siete para madurar fisicamente.
Siete de templanza emocional.
Siete para cumplir el objetivo de esta vida.
Siete para disfrutar la cúspide.
Después, los apegos físicos comenzaron a disolverse.
(Gradualmente uno comienza a retirarse de este mundo).
Sin haber ejercitado el alma: dolor de la perdida y declinación.
Si se procuró al alma: nuevas alturas espirituales, sino,
pura decadencia física: no existe  otra razón para estar aquí.
Todo lo demás se habrá de esfumar.
Anoche te soñé. Me soñaste. Soñé el mundo como creí moría.

JC 

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