La compasión cuando bebí tus lágrimas.
Un alma madura pesa, de tanta nieve resiste
y resiste y no se dobla ni resquebraja.
Locura en tu cabello y en tus ojos de tordo.
Poderosa eres, fuiste, y serás divina natura.
Tu sombra dejó huella y, aunque ausente,
una leve caricia en mi mejilla.
JC.
No hay comentarios:
Publicar un comentario