domingo, 30 de agosto de 2020

Sin título

Buenos días. Comparto. Fui niño, fuiste niña, el sol generoso de antaño nos abrazaba el frío del corazón lastimado de tanto golpe, porque de tal forma fuimos queridos con ese violento amor de nuestros padres que al día de hoy, nos miran desde dos tarro de cenizas rudamente amorosas. Y, sí, arrastramos esas heridas todos los veranos cual maltrechos canarios sensibles que de todo lloraban. Y, sí, nos reconocimos y pareja nos hicimos y las heridas compartimos para sanarnos un poquito nuestros inviernos. ¿Recuerdas aquel parque de niños solitarios que buscaban árboles caritativos para aferrarse a sus latidos; y la fuente de los deseos, imprescindible, para arrojar monedas de anhelo de una vida de cariños y algún mimo siquiera. Míranos ahora, a orillas de la vejez, niños con canas en la vida aún lamiéndonos, amorosos, aquellas heridas. JC

No hay comentarios:

Publicar un comentario