Sí, María José, hija: la vida duele y suele ser dichosa
como un suave oleaje.
A veces, tú que miras en el interior, alma sabia, intuyes
la bondad oculta en la mirada del alma rancia, opaca.
Con frecuencia me relatas tus sueños de sustancia cósmica
y veo a una hormiga perdida en un inmenso arenal:
ése soy yo.
JC
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