Estásimo
Este país huele a humo; a sangre de civiles la tierra. Huele a la antigua nueva España, a Porfiriato, a Huertismo. Los niños visten chalecos anti-balas en el patio de recreo; desayunan con ellos, duermen aterrados con ellos. Sueñan asesinatos en las calles: a sus familiares caídos en una guerra extraña, ajena. Otros envilecieron el rostro, cargan revólver y cobran a mil quinientos pesos el muertito; esta es su pesadilla. Este país es la tragedia de Esquilo en la que el párodo entra a escena con su flautista emasculado por insinuaciones de las erinas que precaven la venganza.
Este país se suicida en el mapa del mundo, en frente de todos.Vende sus playas; extractos de nuestro mar inasible. Su magma y su petróleo como una puta vende sus cuerpo para el placer del intruso. Se desmorona la fe a media plegaria por sus obispos truhanes, sus curas obesos y chapeados; pederastas sociópatas que solapa esta nación cobarde, permisiva. No lloverá el agua de las nubes sobre nuestros hombros, hoy mismo el cielo salpica sangre: estamos malditos. ¡Oh, negra patria! ¡Oh, fosa llena de cadáveres sin virtud ni paz ! ¡Oh, Pathos!
Dejaron de pertenecernos las sabias arrugas. No somos más nosotros. País esclavo y esclavista; odiamos nuestro origen; odiamos nuestro lenguaje. Nos odiamos por pasivos, pero amamos la cadena en el cuello. ¿Seremos tal vez vende patrias de comedor? Cuando callamos ¿estamos traicionando a nuestros hijos, a nuestro país? Trágico éxodo ¿Dónde y cuando el pharmakon? Un día grave y oscuro vencimos al sifilítico Cortés que lloró la derrota y pudimos haberle degollado, pero no lo hicimos, no quisimos levantar su cabeza triunfantes. Y henos aquí en las arenas movedizas del pasado; arrepentidos, sufridos, oliendo la mierda del pavoroso caballo.
Desgobernados por un niño rico, imbécil que va viento en popa a los precipicios
de un mundo decadente, inmoralmente empobrecido. La economía del cinismo totalitario, la dictadura del perverso se ha plantado en esta tierra.
JC
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