Buen día. Comparto.
Enlodarse las manos, ensuciarse el alma.
El Poeta hace ambas cosas.
Nunca es pulcro, siempre desgarba la palabra:
el poeta insulta el buen gusto, la decencia: rompe
el tímpano su estridencia.
Con la palabra en la punta de la lengua; el poeta
cunilingüista te enamora.
El alma del poeta es callejera, inquieta, vivaz, incómoda:
sin sentido.
Y tú eres, mujer, una hoja en blanco.
JC
No hay comentarios:
Publicar un comentario